Mi impresión
Hacía ya algunos años que había estado de excursión en el Ibón Basa de la Mora y tenía un recuerdo vago del lugar ya que fue una excursión un poco apresurada, era invierno, hacía mal tiempo y el lago estaba totalmente helado y lleno de nieve. Después había ido viendo fotografías del Ibón por Internet y en algún folletos y me entraron muchas ganas de volver así que cuando me propusieron subir a las Peñas Diez, Once y Mediodía y me dijeron que estaban al lado del Ibón no lo dude porque sabía que iba a disfrutar de la excursión y así fue.
Desde que se sale del Refugio de Lavasar el paisaje y el entorno son especiales, muy de postal. Y las vistas desde la cresta de las Peñas son espectaculares, tanto a un lado como a otro.
No es una ruta difícil técnicamente hablando y en la época en la que la hicimos. Desde el Refugio hasta el Ibón es un paseo, ideal para hacerlo en familia y con niños, y la subida a las Peñas no es demasiado exigente. Quizás lo más «complicado» sea la bajada de la cresta por el canchal de piedras ya que están sueltas y resbalas continuamente.
Recomendable 100% !
Cómo llegar
Para llegar a la localidad de Saravillo desde Huesca capital tomamos la N-240 y la A-22 hasta Barbastro. Continuamos por la N-123 un tramo y enlazamos con la A-138 donde, pasando por los embalses de El Grado y Mediano, llegamos al precioso pueblo de Ainsa. Seguimos por la N-123 y, justo antes de llegar al pueblo de Salinas, cogemos el desvío hacia la derecha por la A-2609 a Saravillo.
A las Peñas Diez, Once y Mediodía paso a paso
La ruta hacia estas tres peñas la comenzamos en el Refugio de Lavasar , a 1928m de altitud. Al refugio se puede llegar en coche por una pista de montaña de unos 14 km que sale desde el mismo pueblo de Saravillo. Es una zona de circulación restringida y para poder acceder a la misma es necesario sacar un ticket de 3€ de una máquina expendedora que se encuentra justo antes del inicio del camino. El dinero que recaudan lo utilizan para la conservación del mismo.
La pista está bastante bien cuidada y de hecho al principio está hasta encementada. Con un coche normal, tipo Renault Megane como el mio, se puede subir hasta arriba sin problema siempre y cuando vayan sólo dos personas y no sea temporada invernal. Nosotros íbamos cuatro y cada pocos metros teníamos que parar y bajarnos dos personas del coche para no dar con los bajos en los badenes para evitar regueros que hay prácticamente por todo el camino. Un rollo !
Después de un trayecto zigzagueante por la pista, que se nos hace interminable por las veces que tenemos que subir y bajar del coche, llegamos al Refugio de Lavasar donde aparcamos.
Nuestro primer objetivo es el Ibón Basa la Mora, a unos 20 minutos del Refugio. El sendero parte de detrás del edificio de piedra, entre los pinos. Es el PR-HU 87 y está indicado por un poste de madera colgado del tronco de un árbol. Desde aquí ya podemos contemplar al frente parte de la cresta por donde caminaremos en un rato. Observamos la Peña de las Once y la Peña del Mediodía (a su izquierda). La Peña de las Diez está detrás de la de las Once, todavía no se ve.
El camino hacia el Ibón Basa la Mora es un paseo idílico, el paisaje parece sacado de un cuento de Walt Disney. Empezamos descendiendo por el PR-HU 87 , que es el que viene de Plan, y enseguida enlazamos con el GR-15 dirección Ibón Basa de la Mora y Barbaruens.
En escasos minutos aparecemos en la gran antesala del Ibón, un extenso prado verde rodeado de bosques de pinos negros donde apenas hay desnivel.
A nuestra izquierda tenemos una bonita panorámica de la cresta y de las Peñas Once y Mediodía.
Y en poco menos de media hora llegamos a unos de los Ibones con más encanto del Pirineo, el Ibón de Plan o de Basa la Mora resguardado por el circo formado por la Punta Es Litás , Las Mardaneras y el Feixón Ciego. Afortunadamente casi no encontramos gente. Dice la leyenda que en las aguas frías de este lago habita una princesa mora.
Después de una breve parada en el Ibón, demasiado corta para lo bonito que es el paisaje, regresamos unos metros por donde hemos venido para continuar la ruta «hacia Barbaruéns» indicada en un poste de madera (GR-15).
Más o menos el sendero está bien marcado en esta parte del recorrido, si bien en unos tramos está mejor que en otros. Enseguida vamos ganando altura y dejando el Ibón allá abajo.
Conforme vamos ascendiendo hay menos árboles y menos vegetación y ,llega un momento, en que el terreno se hace más pedregoso, aunque se camina bastante bien.
Llegamos a un collado con unas fantásticas vistas. Si siguiéramos rectos descendiendo un poco enlazaríamos con una senda que discurre por la ladera de la montaña que se ve en la foto de abajo a la izquierda. Es una posible ruta hacia la Peña de las Diez. Nosotros decidimos continuar por otra senda alternativa, más directa y con más pendiente que asciende desde el mismo collado a la izquierda entre piedras sueltas. Viene marcada con un mojón.
La subida se hace un poco durilla porque hay bastante inclinación y las piedras son molestas.
Fijaos cuántas piedras !
Y un poco extasiados alcanzamos el Collado de la Peña de las Diez. Al fondo observamos la Peña de las Once y más próxima a nosotros, y a tan sólo unos metros, la Peña de las Diez (2.568m). Desde esta perspectiva impresiona mucho la cresta que une las dos peñas, que es por donde sigue la senda, pero ya veréis como no es para tanto.
Dejamos atrás la Peña de las Diez y continuamos hacia la Peña de las Once. Nos asomamos a la cortada que queda a la derecha con un poco de recelo y mucha precaución. Las vistas son abismales. A pesar de la inclinación de la ladera por la senda se camina bastante cómodo y no da sensación de vértigo.
Desde la cresta volvemos a ver el Ibón de Basa la Mora, rodeado de pinos y al resguardo del circo de montañas.
Después de un fuerte repecho completamos la segunda cima de la ruta, la Peña de las Once (2.650m), la más alta de todas.
Abajo el Valle de Gistaín y a lo lejos localizamos las Tres Sorores.
Continuamos cresteando hacia la Peña Mediodía. El cielo amenaza lluvia y tormenta así que hay que andar deprisa.
Una miradita atrás para ver otra perspectiva de la Peña de las Once y la cresta por donde acabamos de descender.
Casi casi rozando las nubes llegamos a lo que creemos es la Peña Mediodía, y digo creo porque todavía no estoy 100% segura. Más adelante, al final de la cresta (aún queda un trecho) hay otra cima con un vértice geodésico que nos hace dudar de si es la Peña Mediodía. Según he consultado en otros blogs de montaña el del vértice geodésico es el Pico Mediodía y donde estamos es la Peña Mediodía.
En la foto que viene a continuación se ve el último tramo de cresta que termina en el vértice geodésico. Una vez ahí comienza el descenso hacia el Ibón por un canchal de piedras. Como el tiempo está empeorando nosotros decidimos descender ya y no llegar al final, así que atacamos la ladera por donde mejor nos parece.
Buscamos donde ir colocando los pies para no resbalar porque las piedras están muy sueltas y , china a chana, vamos descendiendo de nuevo hacia el prado para regresar al Refugio de Lavasar.
Desde abajo localizamos por donde va la ruta normal (la de la izquierda) y por donde hemos bajado nosotros.
Llegando al prado.
Unas hambrientas cabras nos salen a despedir y casi se nos comen lo que nos queda de almuerzo.
Adiós al Feixón Ciego.
Y a las cabras !
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