Mi impresión
Sin ser una ascensión espectacular como la de otras cimas, el pico Navaín o Nabaín, conocido también como Santa Marina, es de aquellos picos que merece la pena subir por las vistas con las que te encuentras en lo alto si, claro está, las nubes no las ocultan. Toda una panorámica del macizo de Monte Perdido que se extiende de este a oeste o de oeste a este como una consecución interminable de cimas y escarpes.
La primera subida al pico se hace un poco dura porque salvamos bastante desnivel en poca distancia pero tan sólo 1 hora y media nos separa de nuestra recompensa visual. Apuntar la andada en vuestra lista de excursiones como posible opción por la zona.
Cómo llegar
El inicio de la ruta hacia el pico Santa Marina comienza en la diminuta y apartada localidad de Ascaso, conocida por acoger anualmente el Festival de Cine más pequeño del mundo. Para llegar a Ascaso desde Huesca se toma la A-23 y la N-330 hasta Sabiñánigo y a continuación hay que desviarse por la carretera N-260 en dirección a Boltaña. Un poco antes de llegar a Boltaña giramos a la izquierda por una pista forestal en ascenso de unos 4 km que nos conduce a Ascaso. Es estrecha, con algunas curvas y de los 4 km tan sólo 1 está asfaltado.
Al pico Navaín paso a paso
Si hay sitio en la pequeñísima plaza del pueblo se puede dejar el coche ahí (aviso que sólo caben tres coches) y si no, no queda otra que aparcar en algún hueco en la margen de la carretera. El sendero parte de la misma carretera unos metros antes de llegar a Ascaso. No está señalizado pero está muy visible como podéis ver en la foto.
Comenzamos a andar y enseguida alcanzamos un campo vallado. Lo dejamos atrás y giramos a la izquierda siguiendo la senda.
Y en nada llegamos a las primeras rampas de la ascensión. Ante nosotros nos espera una subida larga y con bastante desnivel por un terreno de piedra muy lisa e inclinada. Los matorrales y algún que otro arbolito salpican con su color otoñal la superficie rocosa.
Ganando un poco de altura y echando la vista atrás vemos las casitas y la Iglesia de Ascaso. Detrás el Valle del Ara.
Bastante arriba ya, las senda nos lleva casi hasta el borde de una gran cortada con unas bonitas vistas al congosto de Jánovas donde se pretendió hace un tiempo hacer un embalse aprovechando las aguas del río Ara. Al final el proyecto no ha seguido su curso pero se expropiaron muchos pueblos de la zona.
Dejamos paso a un aventurero ciclista que sube como una moto con la bici a cuestas para luego bajar montado. Como dice él: Hay que sufrir un poco para luego disfrutar !
A lo lejos nos saluda puntiaguda la Peña Montañesa.
Ya en el último tramo la subida es mucho más suave. La senda discurre entre un extenso manto mullido de erizones.
Y llegamos a la cima del Monte Santa Marina o Navaín donde descansa la ermita semiderruida de Santa Marina.
El tiempo está un poco gris y desdibuja la silueta de las altas cumbres pirenaicas, cubiertas por las primeras nieves del invierno, pero aún así las vistas panorámicas son increíbles. El Monte Perdido acompañado de otras reconocidas cimas se imponen ante nosotros como una auténtica muralla natural.
Con un frio en la cima que cala los huesos nos comemos el bocata con la mirada puesta en las montañas y comenzamos el descenso por el mismo sitio por el que hemos subido.
Una breve visita al pueblo de Ascaso (donde por cierto la temperatura nada tiene que ver con la de arriba), nos contagia por unos momentos del espíritu solitario que comparten algunos pueblos de esa zona. Tranquilidad y sosiego en estado puro.
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2 Comentarios a Ascensiones a Picos: Pico Santa Marina, Nabaín o Navaín