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Mi impresión
Si algo realmente llama la atención de la Virgen de la Peña de Aniés es su espectacular emplazamiento en la Sierra Caballera, colgada sobre el vacío en medio de una alta pared vertical y con unas increíbles vistas panorámicas de la Hoya de Huesca. Es algo que deben saber muy bien las numerosas aves rapaces que sobrevuelan la ermita y habitan en la zona.
A pesar de su difícil ubicación su acceso es sencillo y bastante rápido. Desde el pueblo hasta la base de la ermita discurre una pista por donde se puede ir en coche o andando, dependiendo de las ganas que tengamos. El último tramo, que sólo puede hacerse caminando, es empinado y en zig zag y en él se han habilitado escaleras y barandillas para facilitar el acceso a la ermita. El tiempo de subida, a un ritmo normal,es de unos 20 minutos. No tiene gran dificultad aunque es cierto que conforme se va ascendiendo apreciamos la verticalidad de este tramo y quizás de un poquito de vértigo.
Al Santuario suben tanto niños como personas de edad avanzada que les gusta caminar. Yo os recomiendo totalmente que la visitéis y si podéis hacer la visita guiada a la ermita mucho mejor ! A continuación os cuento paso a paso la ruta.
Cómo llegar
Para llegar a la localidad de Aniés desde Huesca capital se toma la A-132 dirección Ayerbe. Nada más pasar el pueblo de Esquedas hay que desviarse a la derecha por la A-1206 a Bolea y seguidamente por la HU- 3110 hacia Aniés.
A la ermita Virgen de la Peña paso a paso
Una vez llegamos a Aniés, pequeño pueblo al pie de la sierra Caballera, continuamos recto por la calle principal de la localidad, la Calle Garisa Alta. Podemos optar por aparcar en el mismo pueblo y empezar la ruta desde ahí o, como hicimos nosotros, continuar con el coche por esta calle hasta dejar atrás las casas y el asfalto y , sin desviarnos, enlazar con la pista PR HU 109 para aproximarnos un poco más a la ermita.
Siguiendo la pista en coche durante unos 3 kilómetros llegaríamos justo a los pies de la ermita, quedando apenas unos 20-30 minutos de ascenso a pie hasta llegar a ella, pero , como a nosotros nos apetece caminar, aparcaremos más abajo , más o menos a mitad de camino, en un hueco que encontramos donde el vehículo no va a molestar.
Comenzamos a andar y ,un poco más arriba de donde hemos dejado el coche, tomamos un desvío a la derecha, indicado por un poste de madera, hacia la Virgen de la Peña, el PR – HU 110. En realidad es uno de los varios «atajos» que nos vamos a encontrar durante el ascenso que nos van a permitir reducir tiempos y no tener que caminar por la pista.
Andamos un poco bajo el pinar y salimos a la pista de nuevo para volverla a dejar inmediatamente por la senda que queda justo enfrente.
Ahí tenemos el desvío, señalizado con un poste.
Otro paseo bajo los árboles y salimos otra vez a la pista que enseguida abandonamos para coger el tercer y último atajo.
Y después de los atajos llegamos a la base de esas verticales paredes rocosas que hemos podido ver durante el recorrido. Localizamos la ubicación de la ermita y nos dirigimos hasta ahí por la pista.
En estas paredes rocosas habitan rapaces rupestres como el halcón peregrino, el alimoche o el buitre leonado entre otros.
Unos metros más arriba tomaremos una senda a la izquierda que parte del camino y que nos llevará directamente a la ermita en unos 20 minutos. Está perfectamente indicada por un poste con la inscripción «Santuario Virgen de la Peña». Hasta aquí se puede llegar perfectamente en coche si sólo se desea caminar lo imprescindible.
Junto al camino mana una fuente donde podemos refrescarnos.
Durante el ascenso nos encontraremos con algún tramo de escaleras de piedra y barandillas que, además de para ayudarnos a subir, sirven de quitamiedos. No es una senda difícil pero sí un poco empinada y con piedras.
Recorremos los últimos metros de senda con menos pendiente ….
Y llegamos a lo alto donde paramos un momento a leer un panel informativo. Ya estamos en el Santuario Virgen de la Peña.
Las vistas a los campos y pueblos de la Hoya de Huesca son espectaculares desde aquí.
La ermita, enclavada en la roca, queda un poco escondida debajo nuestro. Antes de visitarla nos apetece subir por esas escaleras de madera que veis en la foto para indagar un poco por el entorno.
Desde aquí tenemos otra perspectiva de la ermita y de lo que se conoce como la Casa del Santero.
La Casa del Santero está construida totalmente encajada en la roca aprovechando las oquedades de la pared.
Siguiendo recto por la zona de las barandillas de madera llegamos hasta lo más alto del recorrido donde nos damos cuenta que se puede acceder en coche.
Mirando hacia abajo vemos el tejado de la Ermita.
Dan ganas de sentarse un rato y disfrutar de tan estupenda panorámica.
Bajamos por donde hemos subido y accedemos a la ermita para realizar la visita guiada. Son sólo 2,50€ que van destinados al mantenimiento y conservación del Santuario. La verdad que merece la pena para conocer un poquito más de la historia de este emplazamiento y de sus curiosidades. «Cuenta la leyenda que un caballero militar del Castillo de Loarre salió a cazar con su halcón por la sierra, soltándolo para ir en busca de una pérdiz. La pérdiz huyendo del halcón se resguardó en la actual ubicación de la ermita y el halcón la siguió. Como el halcón no regresaba, el caballero mandó a uno de sus criados a buscarlo bajando atado a una soga hasta es lugar de muy difícil acceso. Ahí se encontró maravillado una zarza con la imagen de Nuestra Señora junto a la perdiz viva»
La ermita, del siglo XVIII, es chiquitita pero muy coqueta y muy bien conservada. En ella se encuentra la talla de la Virgen de la Peña.
Visitamos después la Casa del Santero compuesta por varias estancias con mesas y sillas y algunos utensilios antiguos. Todos los años en el mes de Mayo las gentes de Aniés vienen en romería a la Virgen de la Peña y comen todos juntos en los diferentes comedores y en los alrededores .
Se aproxima veloz una tormenta de granizo y desde la parte alta de la casa nos quedamos embobados con esta imagen de la Ermita bajo un cielo amenazante.
Después de un rato disfrutando del lugar y de su tranquilidad nos despedimos del Santuario y regresamos al coche por donde hemos venido, no sin antes fotografiar el cercano Castillo de Loarre , iluminado por un rayo de sol que se cuela entre las nubes.
Una vez en el coche volvemos la vista atrás y alzamos la vista para ver donde hemos estado. Realmente un sitio espectacular!
Galería de Fotos
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4 Comentarios a Ermita Virgen de la Peña. Aniés