Ascensiones a picos: Mi primer tresmil, el Garmo Negro (Pirineos, Huesca)

Mi impresión

Aquí tenéis la ascensión a mi primer tresmil del Pirineo aragonés, al pico Garmo Negro !! Una excursión que por lo espectacular de sus vistas la he marcado como una de mis preferidas. Algunos dicen que el Garmo Negro es de los tresmiles más fáciles del Pirineo aragonés, quizás por su fácil acceso o porque no presenta ninguna dificultad técnica. Aunque , en realidad, no deja de ser un tres mil con un fuerte desnivel lo que requiere una cierta resistencia física y aguante. Si tenéis oportunidad de subir os lo recomiendo totalmente, principalmente por las increíbles vistas desde la cima que te dejan sin aliento.

Cómo llegar

Para llegar al Balneario de Panticosa desde Huesca se coge la A-23 y la N-330 hasta Sabiñánigo donde nos desviamos por la N-260a hasta Biescas. Continuamos por la A-136 (dirección Formigal) y la abandonamos por la carretera de Panticosa, la A-2606,  hasta llegar al Balneario.

Al Garmo Negro paso a paso

La ascensión comienza en el mismo Balneario de Panticosa. Entrando por la carretera de acceso hay que pasar el lago,  tomar el primer desvío a la izquierda bordeando el ibón y seguir recto hasta el final. Ahí mismo entre los árboles se puede aparcar. Tenemos que encontrar la señal que indica «Fuente de la Laguna».

Antes de nada, os recomendaría hacer unos estiramientos para que los músculos entren en calor y aguanten perfectamente los 1.437 metros de desnivel en tan sólo 6 km. Es todo subida hasta la cima, desde el primer paso hasta el último, no esperéis encontrar algún llano porque prácticamente no lo hay. Así que, aseguraos que tenéis fuerza y motivación suficiente para llegar al final.

Encontramos el poste de madera y con las pilas a tope comenzamos ! A unos metros a nuestra izquierda queda la Cascada de las Argualas.

Inicio de la ascensión al Garmo Negro

 La primera gran subida se hace bajo altos pinos , zigzagueando entre sombras y claros. Enseguida vamos tomando altura y los edificios del Balneario van quedando más y más abajo. Entre las ramas de los árboles se vislumbra un cielo azul intenso y el aroma a bosque se mezcla con las primeras gotas de sudor.

Ascendiendo por el bosque de pinos

En aproximadamente una hora llegamos a lo que se conoce como la Mallata Baja o Mallata Inferior, un prado verde, mullido, extenso y despejado desde donde empezamos a ver imponentes picos que todavía parecen inalcanzables. En este tramo el desnivel es bastante suave.

Mallata Baja

Nos plantamos justo en frente  del Garmo Negro. Entre el macizo rocoso y nosotros una fuerte subida. Desde aquí uno empieza realmente a darse cuenta que todavía queda mucho por patear hasta hacer cima ! A la derecha nos saluda el pico Pondiellos y a la izquierda el Argualas.

A lo lejos Garmo Negro

Tras 15 minutos de subida a buen ritmo y en línea recta alcanzamos un segundo prado verde con escasa vegetación, sólamente algún pino disperso. Es lo que se llama la Mallata superior. Las montañas se van haciendo más grandes y nosotros nos sentimos cada vez más chiquititos. Esta zona es ideal para almorzar o tumbarse un rato en la hierba. Aprovechar porque a partir de aquí son todo piedras.

Desde la Mallata Superior hay tres opciones, por la derecha, por la izquierda o por el centro. La de la izquierda no os puedo indicar porque la desconozco. La de la derecha debe ser la más común , aunque nos damos cuenta en el descenso que es bastante larga. Nosotros tomamos la del centro, por medio de un barranco por el que apenas baja agua (importante especificar que la ascensión la realizamos en otoño). Hay que trepar un poco y al perro lo tenemos que ir empujando porque sus patas no agarran bien, pero creo que se ahorra tiempo.

Mallata Superior

Un poco antes de llegar al barranco hay pintadas en una gran roca unas indicaciones sobre las posibles rutas y sobre los picos que tenemos enfrente. Detrás de la roca se encuentra el barranco por el que vamos a subir. En la foto de abajo es el que asoma justo encima de mi mano.

Indicaciones en las piedras

Este es el inicio del barranco, como veis es Otoño y no baja mucha agua. Imagino que en el deshielo será imposible subir por ahí.

Inicio del Barranco

Al final del barranco nos espera un auténtico pedregal. Lo atravesamos por donde mejor podemos e intentando seguir lo que parece una senda. Es bastante incómodo andar por aquí y se hace un poco pesado. Hay que llegar a esa especie de pasadizo que hay entre las dos montañas, el Collado de Argualas.
Aunque da la sensación que estamos ya muy cerca de la cima, todavía queda lo peor !

Pedregal

Y esto es a lo que me refería con lo peor !! Una auténtica subida muy pedregosa que se hace durísima porque llevamos cansancio acumulado en las piernas. Además el tiempo que hace aquí no tiene nada que ver con el calorcito que nos venía acompañando hasta entonces.

Última subida

Y por fin, tras 5 horas caminando (contando paradas), pateando y trepando llegamos a la cima, una cima cuyas vistas me dejan sin palabras. No hay ninguna nube que se cuele entre las montañas. Es un espectáculo fascinante en el que te sientes el amo del mundo. Te encuentras cara a cara con los picos más altos del Pirineo y no exagero si digo que hubiera pasado horas observando a mi alrededor. Pero lo que tiene subir en Otoño y no madrugar mucho es que se hace pronto de noche y hay que contar con que hay que bajar. Quizás con más horas de sol hubiéramos podido crestear por los Picos Algas hasta la cima del Argualas y hacer dos tresmiles el mismo día pero no pudo ser.

Fijaos en la foto de abajo que vistas de los Infiernos , de la marmolera y de los Ibones de Pondiellos.

Los Infiernos y los Ibones de Pondiellos

El descenso lo realizamos prácticamente por la misma ruta por la que hemos subido excepto que en lugar de bajar por el barranco lo hacemos por una senda que sigue más allá de éste. Es la que os comentaba unos párrafos más arriba y que lleva a la Mallata Superior.

Se nos hace un poco tarde pero eso nos da la oportunidad de contemplar los últimos rayos de sol iluminando las altas cumbres del Balneario. Otro espectáculo extra a esta fascinante excursión.

Puesta de sol

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