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Hay veces que planificar una excursión no sirve de mucho porque luego acabas improvisando y modificando la ruta sobre la marcha. Nuestro objetivo parecía claro : Como estamos en plena ola de calor vamos a hacer una excursión sencillita de unas 3 horas ida y vuelta. Después de barajar algunas opciones nos decantamos por subir a los Ibones de Escalar (2.078m) y Truchas (2.115m), ubicados por la estación de esquí de Astún (1.710 m, Huesca) y bastante cerca uno del otro. Según la guía nos cuesta 1h15 a Escalar, 20 minutos más a Truchas y el tiempo de la bajada que suele ser menor. Perfecto !
Como la excursión no es larga no hace falta madrugar mucho así que a las 7 salimos de Huesca y a las 8:30 estamos ya en el parking de la estación de esquí de Astún. Dejamos el coche y nos dirigimos al telesilla de Truchas para tomar la pista que sale justo a la izquierda. No está señalizada pero, como preguntando se llega a Roma, eso es lo que hacemos. Además parece bastante evidente que el camino es por ahí.
Desde el inicio del camino hasta que se llega al Ibón de Escalar es todo subida. Los primeros
metros son por pista y luego se enlaza con un sendero. De momento parece que está un poco nublado, lo cual se agradece, y además corre una brisa fresca que es de gran ayuda para subir esos repechos. De todas formas conforme vamos ascendiendo se hace más dura la subida. Enseguida me doy cuenta de que no tengo un buen día, mis musculos están cansados antes de empezar y se me está haciendo demasiado cuesta arriba (nunca mejor dicho). En esos momentos mi cuerpo me pide abandonar la faena pero como eso no va conmigo miro hacia arriba y decido que aunque sea arrastras yo subo.
En 55 minutos llegamos al Ibón de Escalar y nos tiramos un rato en la hierba para descansar. La subida se ha hecho un poco larga. El Ibón es bastante bonito, sus aguas son de un color verdoso y está rodeado por hierba muy verde. La gente que pasa al lado nuestro nos da alguna indicación de por donde podemos continuar. La verdad es que no hace falta preguntarles sino que ellos muy amables se adelantan y nos recomiendan dónde ir. Tenemos dos opciones : O vamos al Ibón de Truchas, a unos 20 minutos de donde estamos, que es lo que habíamos planeado en un principio, o subimos
al Collado de los Monjes para ver las vistas tan bonitas que nos han dicho que hay, y luego vamos a Truchas. Como es pronto optamos por la segunda opción.
Para subir al collado hay que bordear el ibón por la derecha siguiendo el sendero que hay hasta quedarnos más o menos enfrente y luego empezar a subir una ladera durante aproximadamente 15 minutos. Pasado este tiempo alcanzamos el collado donde hay una valla y una puerta para el ganado. Nada más cruzarla ya empiezan a llegar mensajes al móvil dándote la bienvenida a Francia.
Las vistas son espectaculares, de postal. Se ven amplios prados verdes y a lo lejos el gran Midi d’ Ossau. Qué lástima que está un poco nublado y los colores de las montañas están un poco apagados.
En teoría, ahí nos dábamos la vuelta y no pasábamos del collado pero aparecen otros amables andarines que van al pico que queda a nuestra izquierda , el Pico de los Monjes y nos animan a subir. Demasiada subida ! Mejor como sigue siendo pronto nos vamos a los ibones de Ayous que según el letrero que tenemos enfrente están a 1h 15´. El Ibón de Truchas puede esperar !
Andamos unos metros por terreno llano y a continuación seguimos por una larga bajada que va a parar a un valle atravesado por algún richuelo. Al inicio de la bajada vemos un lago pequeño a nuestra derecha. Nos llama mucho la atención porque tiene la forma de nuestra península, suprimiendo Portugal !La marca de España en suelo francés ! Es gracioso.
Conforme nos aproximamos al valle nos cruzamos con dos burros. Una niña pequeña tiene agarrado con una cuerda a uno de ellos y lo va guiando para que la siga en la dirección que venimos nosotros.
Delante va la que parece su madre con el otro burro .Qué bien maneja al animal esta niña tan pequeña ! Nos parece curioso y nos quedamos con la duda de que harán por ahí. Lo más probable es que vengan de acampar porque el burro lleva encima unas esterillas y un poco más adelante hay una tienda montada (con un burro en la puerta).
Cruzamos el llano y empezamos a subir lo que parece que es el último repecho dejando a la derecha el bonito pico Casterau. A lo lejos, justo debajo del pico , vemos un ibón no
demasiado grande. Dudamos si será ese el que marcaba la señal, aunque todavía no llevamos 1 hora. Como viene siendo habitual durante toda la excursión , cuando nos surge una duda siempre nos encontramos con alguien dispuest@ a solucionárnosla. Sólo que esta vez el hombre aparece subido a una gran roca como si de un Moisés se tratara preguntándonos a viva voz que hacia dónde se va por el camino que vamos. Pues no lo sabemos señor. Nos indica que detrás de la montaña que tiene a sus espaldas se encuentra un ibón bastante grande y muy bonito, así que suponemos que la senda va hacia ahí.
En unos 10 minutos llegamos a una especie de ibón minúsculo y muy poco profundo. Tiene unas aguas muy muy verdes y está cubierto casi en su totalidad por musgo y hierbas. No apetece mucho bañarse ahí. Lo bordeamos , subimos los últimos metros y llegamos al ibón que nos comentaba el señor. Me encanta ! Nos ha costado 1 hora desde el Collado de los Monjes. Una de dos, o somos más rápidos que los franceses o el ibón que buscamos está más allá (por lo menos 15 minutos como marcaba la señal).
Como tenemos hambre buscamos un sitio para comer cerca de la orilla. Es impresionante lo limpias que están sus aguas. Son azul profundo en el centro y muy transparentes donde cubre menos. Aquí si que dan unas ganas enormes de bañarse , pero ni llevamos bañador ni toalla y el sol está oculto detrás de unas nubes.
El bocata sienta de cine después del esfuerzo y con un paisaje como éste.
Al volver lo hacemos por una senda diferente que, en realidad enlaza con el camino que hemos tomado para subir , pero así vemos el lago desde otra perspectiva. Nos encontramos con nuestros amigos que habían subido al pico de los Monjes y nos habían animado a seguirles. Si es que la montaña es un lugar ideal para conocer gente ! Trepando como las cabras y bajando por laderas inclinadas han llegado hasta ahí. Llevan GPS y es entonces cuando nos enteramos que los Ibones de Ayous son varios y que todavía nos faltan de ver un par que hay un poco más alejados. Será para otra vez
porque si no andando andando vamos a acabar en Pau. El que estamos ahora se llama Lac Bersau. Uno de nuestros amigos, que dice llamarse Farfan, nos comenta que esa ruta que están haciendo la va a publicar en internet, así que una vez en casa la he buscado, la he encontrado y aquí os dejo el enlace: Pulsa aquí.
Donde antes habíamos visto los burritos ahora hay bastantes caballos con sus potros, y tenemos que ir sortando ovejas de cuernos en espiral que están dispersas por toda la ladera. Alguna de ellas nos mira un poco mal.
Llegamos de nuevo al Ibón de Escalar y no nos podemos volver a casa sin ir al Ibón de Truchas. Subimos unos metros por una ladera pedregosa y ya sólo tenemos que andar por una pista unos 20 minutos hasta alcanzar el telesilla que lleva su mismo nombre. El ibón se encuentra justo detrás. Lo gracioso es que casi lo confundimos con un lago pequeño que había junto al camino. Menos mal que llevábamos una guía y ya vimos que la foto no se correspondía (por cierto que en esa guía tampoco daban muchas explicaciones).
El Ibón de Truchas es bonito pero no nos gusta tanto como los anteriores.
El cielo amenaza lluvia así que teniendo la telesilla enfrente pagamos los 6€ más 3 de fianza y bajamos tranquilamente contemplando el paisaje. No se oye nada, hay una calma que te envuelve y te deja totalmente relajado.
Y aquí termina la excursión !Parece que finalmente el tiempo nos ha acompañado. No hemos pasado excesivo calor, excepto un rato que salió el sol y se ha puesto a llover justo cuando subíamos al coche.
Ahora toca una deliciosa comida en Canfranc y a casa a descansar !
Fotos de la Ruta a los Ibones
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2 Comentarios a Rutas a ibones del Pirineo: Ibones de Escalar, Truchas y Ayous