Mi impresión
El Pico Collarada es una de las cimas más altas, emblemáticas y visibles de la Comarca de la Jacetania. Su silueta redondeada y un poco aislada es inconfundible y reconocible desde muchos lugares.
No puedo dejar de recomendaros su ascensión, pues, si bien la aproximación al punto de partida y la subida al pico se hacen un poco largas, la recompensa que obtenemos en su cima no deja indiferente a nadie. De hecho, he incluido a Collarada en la lista de mis picos favoritos e imprescindibles. Si hay posibilidad de hacer la ruta circular, como hicimos nosotros,y bajar por el Collado de Ip mucho mejor pues las vistas en el descenso son espectaculares.
Para llegar a nuestro punto de inicio de la excursión, el Refugio de la Espata, tenemos que conducir por una larguísima pista que se hace interminable. Es necesario pedir autorización municipal al Ayuntamiento, a través de la web www.turismovillanua.net, para que nos permitan circular por ahí. Tenéis que hacerlo con tiempo pues como hay un límite de 5 coches no suele haber mucha disponibilidad.
Es un itinerario que no presenta ninguna dificultad técnica importante, sólo un paso con cadenas que no es complicado, y un fuerte desnivel.
Cómo llegar
Para llegar a Villanúa desde Huesca capital tomamos la A-23 y la N-330 hasta Sabiñánigo y ahí continuamos a Jaca. En Jaca seguiremos por la N-330 ,dirección Canfranc, que nos llevará a la localidad de Villanúa.
Al pico Collarada paso a paso
Entramos en la localidad de Villanúa por la Avenida de la Fuente y cruzamos el puente sobre el río Aragón, junto a las conocidas Cuevas de las Guixas. Las dejamos atrás y nos desviamos por la Avenida de la Selva que nos lleva al Albergue de Villanúa. A continuación seguimos por la carretera que hay a la izquierda del albergue y que, más adelante, se convierte en pista forestal.
En aproximadamente 12´ llegamos a la barrera que prohíbe el paso de vehículos a motor, salvo que se haya pedido autorización previamente al Ayuntamiento de Villanúa para poder pasar. Este permiso municipal tiene que estar visible en todo momento en el salpicadero del coche para que no nos sancionen. Como nosotros lo llevamos continuamos por la pista.
Después de conducir durante 12 largos kilómetros, llegamos al Refugio de la Espata, a 1.690m de altitud, donde dejaremos el coche y desde donde iniciaremos la ascensión.
El refugio está un poco escondido.
Preparados y motivados para la larga ascensión que tenemos por delante comenzamos a caminar por la pista.
A los pocos metros observamos a la derecha un hito de piedras que nos indica la senda por la que bajaremos del Pico Collarada completando nuestra ruta circular.
En poco más de media hora llegamos al segundo refugio, la Trapa, a 1.720m de altitud. Leímos por internet que se podía contratar un servicio de taxi 4×4 para acceder hasta aquí pero nos dijeron que ya no se ofrecía.
Justo detrás del refugio parte en ascenso la senda hacia Collarada. Está perfectamente señalizada por un par de postes de madera.
Alcanzamos rápidamente un prado salpicado de pinos y visualizamos al frente el canal de piedras (El Hachar) que tendremos que salvar.
Nos aproximamos a esta especie de muralla de piedra y notamos en las piernas como se va inclinando el terreno.
Una mirada hacia abajo para disfrutar del camino ya recorrido.
Hacia la mitad del canal encontramos un paso con cadenas que lo cruza transversalmente. No es complicado aunque, al igual que otra pareja, dudamos de si nuestros perros pasarán por ahí. Por supuesto veremos que no tienen ninguna dificultad y son más ágiles que nosotros.
Pasado este primer entretenido obstáculo alcanzamos los conocidos como Campos de los Cubilares desde donde ya se ve perfectamente la silueta del Pico Collarada. Iremos ascendiendo progresivamente orientándonos hacia nuestro objetivo.
Aunque nuestra mirada pocas veces se desvía del Collarada no pueden pasarnos desapercibidos estos grandes picos que asoman a lo lejos: Bisaurín, Llena de la Garganta, Aspe, Garganta de Borao, Lecherines y Tortiellas.
Tenemos constantemente la sensación de que ya estamos llegando pero después de cada repecho, hay otro todavía más largo.
Os indico en la foto con una flecha por donde continúa la senda.
Pasamos por una zona más pedregosa.
Y cuando parece que lo tenemos ahí mismo, de nuevo el Pico Collarada se vuelve a alejar.
Alcanzamos, por fin, la base del Collarada y miramos hacia arriba. Una fuerte pendiente nos da la bienvenida.
Zigzagueamos por su abrupta ladera y nos adentramos en un tramo con piedra suelta que te hace retroceder más que avanzar.
Para llegar a la cima ya sólo nos falta ascender por el canal ayudándonos de las manos en algunas partes.
No es complicado técnicamente pero cuando ya hemos acumulado varios metros de desnivel los músculos de las piernas empiezan a quejarse.
Y después de este intenso ascenso alcanzamos la cima.
Cuanto mayor es el esfuerzo en subir mayor en la satisfacción que experimentas y si encima te encuentras con unas vistas como las de aquí arriba la sensación de plenitud no puede ser mayor.
Como no hay nubes la visibilidad es perfecta así que empezamos a identificar los picos más próximos. Resguardando al Ibón de Ip tenemos la Pala de Ip y la puntiaguda Punta Escarra.
Hacia el norte el Pico Midi d´Ossau en el centro, y el Pico Anayet y Vértice de Anayet delante.
Mirando al Valle de Tena vemos al fondo Peña Telera, y, a continuación Peña Retona, Pala de los Rayos y Peña Nevera. A la izquierda Peña Bucuesa y a la derecha Somoloa Alta.
Hacia el oeste divisamos desde otra perspectiva los picos que ya vimos en la subida: Bisaurín, Llena de la Garganta, Aspe, Garganta de Borao, Lecherines, Tortiellas, etc
Y con un poco más de zoom
Hacia el sur el paisaje se suaviza y nos muestra el Valle del Aragón.
Hacemos más zoom para contemplar de cerca la marmolera de los Picos Infiernos y sus picos vecinos, Garmo Negro, Argualas, Piedrafita, Tebarray y Gran Facha.
Zoom al Vignemale.
Zoom a Punta Escarra.
Después de llenarnos de imágenes de grandes picos, valles, llanuras y demás geodiversidad, nos despedimos de la cima y de una pareja que va a pasar la noche ahí. Comenzamos a descender por la cara sureste.
La senda se va abriendo camino por una ladera bastante inclinada con piedras sueltas.
Que poco a poco se va suavizando.
De frente nos animan en el descenso el Pico Collaradeta a la derecha y Peña Nevera a la izquierda.
Llegamos al Collado de Ip y miramos atrás para ver por donde hemos bajado.
Desde el collado hay una senda que lleva hasta el Ibón de Ip, que no vamos a tomar.
Continuamos descendiendo por las faldas del Collarada. El terreno se va haciendo más suave.
Atravesamos la llanura en línea recta y seguimos por donde os indico en la foto.
A lo lejos distinguimos Peña Oroel.
Tratamos de adivinar el camino en este caos de piedras.
La silueta que tiene el Collarada desde la llanura es espectacular.
Bajamos por una larga ladera cubierta de hierba donde vamos encontrando algún hito que nos marca el camino a seguir.
El terreno se vuelve otra vez más escarpado y nos topamos con un tramo con cuerdas para facilitar el paso.
Y tras cruzar un pequeño bosque de pinos llegamos de nuevo a la pista de inicio, completando así esta bonita ruta circular.